martes, 29 de noviembre de 2011

MID-SEASON

      Mid-season y tiempo de hacer balance. Son numerosos los estrenos y confieso que, aunque no los he seguido todos, sí he dado un bocadito a muchos de ellos. Os cuento a continuación cuáles son los que más me han gustado, los que se han quedado conmigo, los que he dejado para otro momento y los que he mandado directamente a la papelera de reciclaje. (Digamos que este post es más bien para poner un poco de orden en mi cabeza y en mi desastre de disco duro...)
imagen: lapalomitamecaniza.com
Esta temporada me he quedado con cuatro estrenos: Homeland, Hell on Wheels, Once Upon a Time y American Horror Story (aunque esta última no sé ni yo misma por qué la sigo viendo; desde luego, no por su calidad...).
      De estos cuatro estrenos, la que se ha confirmado como una serie "imprescindible" es, sin duda, Homeland (Showtime). Es un thriller psicológico sobre la vuelta a casa del Sargento Nicholas Brody (interpretado por el gran Damian Lewis) después de estar secuestrado 8 años en Irak. La agente de la CIA Carrie Mathison (interpretada por Claire Danes) lo convertirá en su obsesión al recibir un chivatazo que la avisa de que un soldado rescatado en Irak es en realidad una célula dormida de Al-Qaeda que planea un terrible atentado similar al 11-S. La serie empieza con un magnífico y prometedor piloto que da paso a otros 11 episodios que van ganando en tensión, interés y calidad. Damian Lewis (que no era uno de mis preferidos, pero me ha ganado completamente) sabe plasmar con maestría la ambigüedad y el sufrimiento inherentes a su personaje. Además, la serie está salpicada de momentazos de sexo eléctrico y visceral y otros profundamente conmovedores, capaces de hacer brotar la lagrimita al más pintado. INSISTO,  MUY RECOMENDABLE.
imagen: allserieslinamarcela.wordpress.com
      Hell on Wheels (AMC): Muchos la comparan con "Deadwood". Yo, desafortunadamente, no puedo hacerlo, pues no la he visto. Trata sobre la construcción del ferrocarril en el lejano Oeste Americano. Hell on Wheels (Infierno sobre ruedas) es el nombre del poblado móvil donde viven los que trabajan en las vías y todo tipo de personajes que quieren sacar partido de la situación. Entre indios salvajes, buscadores de oportunidades, ex-esclavos, predicadores, putas y forajidos, aparece nuestro protagonista: Cullen Bohannon (al que da vida uno de los hombres más atractivos que he visto en mi vida: Anson Mount), un soldado confederado que busca venganza por la muerte de su mujer y que se convertirá en capataz de los obreros del ferrocarril. Desde su posición, dedicará todos sus esfuerzos a encontrar a los asesinos de su esposa y matarlos. Aunque ha tenido críticas dispares en EE.UU., a mí me parece que es un western de gran calidad. Está bien construido, crea un gran ambiente y genera interés por ver qué ocurre. Si bien algún capítulo es quizá un poco lento. Destaca la gran interpretación de Colm Meaney, como empresario de Union Pacific. Esta me la quedo sin duda.
imagen: darkiller.com
       Once upon a time (ABC): Los guionistas de Lost nos traen a casa a todos los personajes de los cuentos clásicos, y buscan una forma bastante entretenida de conectar los dos mundos: el real y el de Pinocho, Blancanieves, Cenicienta, la malvada bruja , etc. Debido a una terrible maldición, los personajes de los cuentos están atrapados en un pequeño pueblo de EE.UU. y no recuerdan quiénes son. Un niño y su madre biológica, interpretada por Jennifer Morrison (Cameron en House), que es en realidad hija de la mismísima Blancanieves, serán los encargados de romper la maldición y derrotar a la pérfida bruja, que oportunamente es también la madrastra del niño. El proyecto es ambicioso y muy arriesgado, pero por lo que he visto hasta ahora está bien contada y entretiene. Divertimento blanco para todos los públicos y de calidad.
imagen: sim-ver-online.blogspot.com
      American Horror Story (foxtv): Aunque esta serie ya tuvo su post en este blog, y no me convenció nada el piloto, la retomé hace poco y ni siquiera sé deciros por qué. Sigue cayendo en el tópico y hay veces que me dan ganas de abandonarla, pero es indudable que también posee el extraño ingrediente que sólo Ryan Murphy sabe aportar a sus series y que, en mi caso, me impulsa de una forma enfermiza a continuar. Aunque en ocasiones me exaspera, creo que sigo adelante sólo por ver si consiguen irse de la casa al final o no...

      De las antiguas amigas, sigo con Fringe, Dexter, Sons of Anarchy, The Good Wife y The Vampire Diaries. De estas, os diré que tanto Fringe como Dexter están teniendo, por ahora, temporadas bastante insulsas, sobre todo Dexter, sobre la cual son muchos los que expresan su decepción (por no hablar del desperdicio del personaje de Edward James Olmos, tan prometedor...). Y en cuanto a Fringe, todos permanecemos expectantes a que llegue el momento del despegue. Aunque habrá que esperar a que vuelva en enero de un inexplicable y, en mi opinión, poco acertado descanso. Por ahora no está mal, pero tampoco bien, o al menos no a la altura de otras temporadas. Sons of Anarchy está teniendo una temporada ABSOLUTAMENTE GRANDE. La mejor hasta ahora y creo que insuperable. Tiene mucho sabor a final de serie. Hacedme caso: NO OS LA PERDÁIS. ES ÉPICA!!
Ah! y olvidaba mencionar la irreverente Misfits, que está en su 3ª temporada y sin Nathan, pero esta merece un capítulo aparte que queda aquí prometido.

       Y por último un breve repaso a los estrenos que empecé y abandoné por diversos motivos:
      Ringer, que no consiguió atraparme, pues la trama se limita a un enredo tipo telenovela entre dos hermanas gemelas, una mala y otra "buena", en la que una finge su muerte y la otra se hace pasar por la primera. Tampoco he sido nunca muy fan de Buffy (Sarah Michelle Gellar), la verdad. Vi unos 5 o 6 capítulos y me aburrí, aunque no descarto retomarla y terminar la temporada. Pero el tiempo, mi peor enemigo, es limitado, y hay que priorizar, como sabéis.  
      The secret circle: Muy comparada con The Vampire Diaries, solo he visto el piloto. Va sobre brujas y es la típica serie teen. La verdad es que no tengo tiempo para estas series, ya tengo bastante con The Vampire Diaries, que sigo por costumbre y cierta fidelidad a Damon (porque lo que es Elena y Stefan me ponen de los nervios), aunque a veces se me escapa más de un WTF!!, y otras me aburre un poco, lo reconozco.
      Revenge: Solo vi el piloto, del que destacaría la actuación de Madeleine Stowe, pero poco más. Se reduce al relato un poco culebronesco de la venganza de una joven sobre toda una comunidad de ricos y pijos, que fueron los culpables de la ruina y muerte de su padre.
      A gifted man: Esta la empecé, le dejé y la he retomado, pero en mi opinión es un poco sosa. Un neurocirujano al que se le aparece su fallecida ex-mujer y que cura gente rica en su clínica y gente humilde en la clínica de su ex. Se debate entre sus creencias científicas y lo sobrenatural (ver a su mujer). El prota es una mezcla entre Paul Newman y Kevin Cotsner (físicamente, ya quisiera él tener un gramo de la categoría de Newman). Muy floja, o sea, para cuando tengo actividad cerebral nula.
      Unforgettable: Vi el piloto y me pareció un rollo. Nada nuevo: Una poli que tiene memoria absoluta y lo recuerda todo solo con echar un vistazo. A la papelera de reciclaje.
      Alphas: Esta es una mezcla entre CSI y Héroes. Gente con poderes o habilidades paranormales que resuelve crímenes. Tengo intención de retomarla, porque me gustó el piloto (le doy un 6,5) pero no sé cuándo. Quizá cuando me jubile.


        — Padre, creo que ya está. Estos son todos mis pecados (sí, sí... y tú que te lo crees). Me arrepiento profundamente y tengo propósito de enmienda (eso, tú sigue mintiendo como una bellaca... ya te vale...).
       — Muy bien, hija mía. Eso es lo importante. Recita 4 veces las 12 colonias de Battlestar Galactica y escribe 3 nuevas interpretaciones del final de Lost. Con eso bastará para que seas perdonada.
        — Sí, Padre, (mierda, estoy condenada).





sábado, 26 de noviembre de 2011

EL DESCREÍDO


      Durante mi estancia en Manchester me fue referida la historia de un hombre que no creía en nada. Todo en la vida le había decepcionado: su mujer, sus amigos, su familia, su profesión, sus principios, incluso su perro, que al cabo de ocho años juntos, un  buen día le mordió la mano y escapó para no volver. Cada noche acudía a un pub cercano donde cenaba unos insípidos alimentos que siempre le sabían a tierra mojada y bebía hasta no recordar cómo regresar a su deprimente morada, en una calle perdida de esa enorme y gris ciudad. El alcohol de su ambarino whisky con hielo era, de hecho, la única cosa en el mundo que jamás le decepcionaba. Siempre cumplía su adormecedora promesa de letargo.
      Un día, mientras apuraba la novena copa, la Muerte entró en el pub y se sentó a su lado. Deslizó su capucha hacia atrás y apoyó la guadaña contra la barra. Sin introducción ni preámbulos, se identificó y le comunicó que había llegado su hora y debía acompañarle. Nuestro amigo lo miró despacio y soltó una hueca y sonora carcajada:
      —Sí, claro, y yo soy Elvis. Lárgate de aquí, gilipollas…
      Y, acto seguido, eructó.
      La Muerte, que ese día ya había liquidado exactamente a 124.213 almas y tramitado los 124.213 consiguientes expedientes, miró al etílico despojo y pensó en los 45 minutos largos que le quedaban por delante, entre aniquilar a ese imbécil y terminar con el papeleo. Era el último de la lista de ese día. Y encima esa noche había quedado… Miró con desdén a nuestro amigo, bajó del taburete y salió del pub, mientras el insolente borracho reía y le dedicaba una nutrida ristra de improperios. Una vez fuera, la Muerte buscó la papelera más cercana y, con un brillo malicioso en sus ojos, tiró el expediente dentro. 
      Ha pasado el tiempo y nuestro hombre, que pronto cumplirá 138 años, sigue acudiendo al mismo pub cada noche, aunque cada vez bebe menos, pues la cirrosis apenas ha dejado un par de centímetros funcionales en su hígado. A duras penas camina del pub a su casa intentando recordar la última vez que deseó algo, tratando de saborear el vestigio de algún remoto anhelo. No quiere seguir viviendo, pero sabe que tampoco en eso será complacido, aunque no recuerda por qué.

domingo, 13 de noviembre de 2011

HIJOS DE LA ANARQUÍA

Ha llegado el momento de hablar de una de mis series preferidas. Una de las que ocupan un lugar privilegiado en mi corazón: Sons of Anarchy (FX Networks). Pero antes de empezar, creo que será muy adecuado sugeriros que leáis el post escuchando la magnífica intro de la serie, la cual adoro. La canción es "This life" de Curtis Stigers & The Forest Rangers. Disfrutadla y dejad que os transporte a Charming, entrad en el club de moteros más salvaje y peligroso y colocaos un chaleco de cuero de los Sons por un rato...


 


Empecemos por el principio. Sons of Anarchy es un club de moteros que en teoría se dedica a arreglar y customizar motos en el taller Morrow-Teller, en un pueblecito de los EE.UU. llamado Charming. Visten de cuero, llevan un chaleco con su emblema, que es símbolo de su lealtad inquebrantable hacia el club, no tienen esposas o novias, ellos tienen "old ladys" (tengo que reconocer que su trato hacia la mujer y el papel que le dan a ellas en el mundo es terriblemente machista: las mujeres no pueden ser miembros del club, solo "old ladys" en el mejor de los casos, lo que significa que tienen el estatus de mujer que posee a uno de los miembros y son respetadas, o en el peor de los casos, meros juguetitos sexuales a quienes se puede incluso golpear), se emborrachan con frecuencia, llevan greñas y son todos ellos tipos muy duros. También hacen gala de una ideología un tanto racista. Jamás admitirían a un negro, por ejemplo, como miembro del club, si bien no tienen reparos en hacer negocios con negros, hispanos, terroristas irlandeses o cualquiera que se tercie.
Pero los verdaderos negocios del club van más bien por la línea del tráfico de armas y, en esta 4ª temporada, de drogas. Controlan un territorio concreto y tienen clubs hermanos por doquier, que acuden a su llamada en caso de necesidad. Mantienen un inestable equilibrio en sus relaciones con las otras bandas de hispanos y negros, levantando alianzas con ellos o descerrajándose tiros si es necesario. Operan con la connivencia de las autoridades locales y funcionan a todos los niveles como una mafia. Eso sí, son muy democráticos. Todas las decisiones las toman por votación de los miembros veteranos, y se respeta el resultado a rajatabla.
JAX TELLER    imagen: elkomsultorio.es
Los personajes principales son Jax Teller (Charlie Hunnam), hijo del fallecido John Teller, anterior presidente del club. Corazón noble, leal hasta la muerte y dolorosamente atractivo.
Su madre, Gemma Teller (Katey Sagal), es una mujer de enorme carácter, una old lady en toda regla, dura, con pocos escrúpulos, una loba capaz de desgarrar gargantas por los suyos o por el club. Está casada con el actual presidente de SAMCRO (el club de los Sons), Clay Morrow (Ron Perlman, sí, el Salvatore de "El nombre de la rosa"). Rival del padre de Jax, tuvo algo que ver en su muerte. Clay es, sencillamente, capaz de lo peor. Asesinato, secuestro, tortura, y cualquier tipo de manipulación y engaño (incluso de los suyos) para conseguir sus propósitos. Por último, Tara Knowles (Maggie Siff) es una cirujana y se convertirá en la old lady de Jax. Mantendrá un descarnada lucha interna entre su amor por Jax y su rechazo a las actividades delictivas que tanto éste como el club llevan a cabo. Bailará en la cuerda floja durante cuatro temporadas para mantener el difícil equilibrio entre ser una doctora respetada, alejar a sus hijos de toda esa locura y al mismo tiempo ser la mujer del vicepresidente de SAMCRO.
GEMMA TELLER  imagen:rgarcíaserra.wordpress.com
Hechas las presentaciones, os diré que esta NO es una serie para todo el mundo. Afortunadamente. No hay nada peor que intentar gustar a todos. SoA es para los que vibran con los eternos dilemas y pasiones humanas, tan presentes en el universo shakespeariano: la lealtad, el honor, la familia, el poder, la traición, la sangre, la tentación y la culpa. Algunos dicen ver en Jax Teller un actualizado Hamlet. Los paralelismos son evidentes: Gemma, su madre, sería Gertrudis, y Clay sin duda es su tío Claudio, de quien Hamlet ha de vengarse por matar a su padre... Si seguimos trazando paralelas, inevitablemente Kurt Sutter (creador de la serie) sería el propio Shakespeare! (si os fijáis bien, los tres nombres empiezan por las mismas letras... ¿Casualidad? No lo sé, cosas más raras he visto...).
CLAY MORROW    imagen: Seat42f.com
Si aderezamos todo esto con la poderosísima estética de impresionantes Harleys, cuero, alcohol y carretera, tenemos como resultado una serie que crece lentamente, adictiva, compleja y nada complaciente. De las cuatro temporadas que se han rodado, la 3ª es, en mi opinión, la más floja, y la 4ª, actualmente en emisión, se ha revelado como la más cruda, brutal y salvaje. A pocos episodios para su final, puedo aseguraros que, concretamente en el episodio 4x10, se han alcanzado cimas ignotas de tensión, emoción y calidad.
En definitiva, esta es la serie que recomendaría a mis mejores amigos, aun sabiendo que no a todos les gustaría. No todo el mundo nació para adorar SoA... En mi caso, no tenía escapatoria. Mi predisposición es evidente pues, sin que sirva de precedente, confesaré que uno de mis sueños ha sido siempre recorrer el mundo a lomos de una Harley, enfundada en cuero y alimentándome únicamente de cerveza y libertad. Quién sabe, quizá algún día...
No os entretengo más con mis divagaciones. Mejor empezáis ya a ver esta serie, si no lo habéis hecho ya. Y si lo hacéis, espero que la disfrutéis tanto como yo, pues es sin lugar a dudas una de las grandes. Feliz estancia en Charming, my friends, and DON´T MESS WITH SAMCRO!!!

 En este enlace podéis descargaros la música de Sons Of Anarchy: Llegaron para quedarse
 
imagen: en.wikipedia