martes, 12 de noviembre de 2013

Error de cálculo

  Estimado profesor:
  Debo poner en su conocimiento los últimos acontecimientos, provocados por sendos errores de cálculo, suyos y míos. El primero (mío), fue pensar que usted me aprobaría a pesar de no aparecer por su clase, de asistencia obligatoria. El segundo, acudir a su acogedor despacho confiada en que, en su infinita bondad, reconsideraría mi suspenso. El tercero (suyo), apoyar distraídamente su mano sobre mi rodilla e iniciar un sutil recorrido muslo arriba que desencadenó el cuarto y definitivo error (de ambos), cuyo resultado es que me encuentro ya de dos faltas. Llegados a este punto, considero que sólo tiene dos opciones: enviar una sincera proposición de matrimonio, acompañada de un sobresaliente en Derecho Civil, al ilustrísimo magistrado Bouchard, decano de esta Facultad, jefe suyo, y padre amantísimo de servidora, o presentar su irrevocable renuncia. Sinceramente, espero que no cometa un quinto y fatal error.
Atentamente, su prometedora alumna,

Camille




Primer intento (fallido) en el concurso de microrrelatos sobre abogados. Mes de octubre, palabras obligadas: cálculo, falta, asistencia, renuncia, despacho.