jueves, 13 de noviembre de 2014

INSTRUCCIONES PARA SOBREVIVIR A UNA RESACA DE GARRAFÓN



Pensar en la persona amada. Situar la acción en un marco  ligeramente bucólico, pongamos un rincón en penumbra del Retiro. Pasar a cámara rápida los prolegómenos, con sus palabras nerviosas y sus sonrisas bobas. Avanzar hasta el abrazo. Quedarse en él suspendidos. Observar que acoge en su interior varias nebulosas, dos galaxias moribundas y un alfabeto. Aferrarse al otro como quien renuncia a un imperio. Levitar. Levantarse de la cama para calmar el dolor de estómago. Un sándwich y un zumo pueden valer. Beber agua, mucha agua. Another painkiller on the rocks. Coger el cuaderno y escribir ese abrazo incandescente. Los universos que alberga . Las civilizaciones que nacen y mueren dentro de él. Releer. Comprobar cómo se desvanecen, calcinadas, las palabras como pavesas. Cerrar el cuaderno. Descender. Taparse la cabeza con la manta. Volver al rincón algo bucólico del Retiro. Pensar en la persona amada.